jueves, 29 de noviembre de 2007

Riesgo hipotecario 'made in Spain'

Fernando Herrero, de la organización de consumidores ADICAE, habla de una crisis hipotecaria larvada en España porque las agencias de reunificación y de intermediación de créditos permiten una escapatoria temporal. "Hay entre 7.000 y 10.000 operando con un volumen de unos 3.500 millones de euros durante 2006 a tipos de interés de hasta un 12%".
En su opinión, algunos clientes desconocen los gastos de comisiones (la reunificadora cobra hasta el7% de la deuda), de cancelación anticipada de deuda, de tasación de inmueble, por apertura del nuevo préstamo hipotecario, etcétera.

Denuncia que el Ministerio de Economía en un anteproyecto de ley deja su control a las administraciones de Sanidad y Consumo en lugar de al Banco de España, como el esto de entidades financieras.Recuerdan a las entidades estadounidenses que suscriben hipotecas subprime (alto riesgo) buscando antes la comisión que la solvencia, según Herrero.
"En 2006, un tercio de las hipotecas fue canalizado a través de estas empresas que han aumentado en un 30% su clientela, y al menos el 20% de la deuda que gestiona la de mayor volumen, Credit Service, son hipotecas de riesgo".

María Dolores Sánchez, de Centre Finance, reivindica la figura del asesor especializado que, seleccionando el producto financiero más adecuado para el cliente, descarta la existencia de subprime en el sentido americano, al igual que José Ramón Torá, de Standard & Poor's España, para quien "entendiendo el término en un sentido muyamplio, como mucho alcanzaría al 2% del total". El notario Ignacio Navas Olóriz comparte la idea y recuerda que "el sistema jurídico preventivo español aporta garantías a la banca frente al impago".

Por una ley de quiebra familiar

"A pesar de que la morosidad sea baja, necesitamos una ley de insolvencia (quiebra) familiar o de sobreendeudamiento, como la belga, alemana y francesa", indica Ana Ceballo, de la Confederación de Asociación General de Consumidores ASGECO.
Hay un proyecto de ley que no verá la luz en esta legislatura. "Pedimos un juzgado, comisión o arbitraje porque ahora tenemos que recurrir a un concurso mercantil, caro y lento, pensado para las empresas y no para las familias".

Según Inés Landín, directora del Registro de Economistas Forenses, hasta el momento 159 particulares se han acogido a este procedimiento concursal, que dista de ser barato. "Para una deuda de unos 30.000 euros se aplicaría el procedimiento concursal abreviado, lo que supone que la publicación en el Boletín Oficial del Estado importa unos 1.200 euros, a los que la familia tendría que sumar honorarios y aranceles de abogado, procurador y administrador concursal: unos 3.000 y 4.000 euros más".

Afortunadamente, la abogada Victoria Plazuelo anota que las familias pueden solicitar justicia gratuita para instar el concurso.

Intereses por impago

Fernando Herrero, de la Asociación de Usuarios de Bancas, Cajas de Ahorro y Seguros (ADICAE) plantea que, en cuanto a los intereses de demora, el consumidor que considere que hay usura tiene que ir a un juzgado a demandarlo. Según Plazuelo es muy difícil conseguirlo, "actualmente se pactan intereses del 24% y el 27% en caso de impago y no se considera usura".

Herrero apunta que, tras la burbuja inmobiliaria empieza a haber decenas de miles de familias que no pueden pagar la cuota con el riesgo de que los precios hayan caído a menos del importe del préstamo. Critica las sobretasaciones y las hipotecas revolving o crédito hipotecario que permite volver a disponer del dinero amortizado. Y que se complemente el80%del valor del inmueble con un préstamo personal que permite llegar al 100%. "Facilidades que suponen un arma de doble filo, como que para abaratar la cuota se amplíen indiscriminadamente los plazos".

Ana Ceballo, de la Confederación ASGECO, dice que "hace 25 años las comisiones de control no permitían que el importe prestado fuera más allá del 30% de los ingresos, pero se ha dado más del 100%del valor del activo y por encima del 80% de los ingresos".

Herrero concluye que han inventado la "tercera era hipotecaria. En la primera se hacían hipotecas a 12 o 15 años a tipos del 14%-16%, luego fue el boom con el euro y bajos tipos de interés. Agotado ese mercado, aparecen nuevas fórmulas a 50 años con hipotecas que vinculan al cliente de por vida".

El drama de no llegar a fin de mes

Una mentira peligrosa.

Juan Carlos firmó una hipoteca por mayor cuantía que la de la escritura de compraventa, que a su vez era muy inferior al precio pagado. Al dejar de pagar su cuota, además de quedarse sin casa, tendrá que pagar el 18% de la diferencia entre el precio de subasta y el que figura en la escritura más los gastos, en concepto de ganancia patrimonial. Y si se detecta fraude fiscal, se arriesga a una sanción importante. A dormir al raso, arropado por las deudas.

Lysa avaló a Amit con su propia vivienda. A cambio, él le avalaría a ella, pero a la hora de la verdad la caja de ahorros consideró que este pequeño comerciante tenía asumido demasiado riesgo y no se lo permitió. Lysa tiene que contar con él, pero no como esperaba: problemas de salud han impedido que Amit pague. Y ella, como avalista, a su hipoteca suma la de su compatriota y un procedimiento judicial abierto.

Hay quien se sabe todos los trucos. Éste parecía brillante y cuando algo brilla se oculta el riesgo. Les animaron en la propia agencia inmobiliaria a meterse en la compra con un contrato privado manipulado, con un precio muy superior al real para conseguir un préstamo y tasación que, además de pagar el inmueble, les permitiera comprar un coche de segunda mano y amueblar. Sólo hacía falta que le avalaran sus padres y dos de sus hermanos. Álex y Sara, con una economía más que modesta, se metieron en un piso de 180.000 euros. La hipoteca ascendía a 250.000. Ellos y quien les atendió en la entidad financiera debieron pensar que el precio de los pisos no baja nunca. Ahora no podrían venderlo por más de 150.000 euros. ¿Y el resto, de dónde lo sacarán? Son hijos de la alegría de la revalorización que parecía sin fin, entre los que no han calado las llamadas a la prudencia del Banco de España.

Para comprarse la vivienda protegida, el director de la sucursal de Vallecas, casi un vecino más, ha concedido una hipoteca por encima del precio básico a Paco. Escriturada por 120.000 euros, se hipotecó y pagó por 210.354 en lugar de, como el resto de los pisos, por el del módulo. Si se tiene que ejecutar responderá por el monto de la hipoteca y se evidenciará que vendedor y comprador han cometido fraude.

Son algunos platos rotos. Ejemplos de quienes participaron de la euforia del momento pasado sin respaldo. Aunque la morosidad española apenas supera el medio punto -la mitad que la media europea-, tal porcentaje habla de volumen y no de Juan Pablo ni de los demás a quienes poco les importa que las entidades financieras españolas presenten los ratios de eficiencia más altos de la UE y los niveles más elevados de provisión contra créditos dudosos. O que, frente a EE UU, donde el 50% de las hipotecas lo conceden entidades sin regularizar, aquí se cuente con el respaldo de tasadores que rinden cuentas ante el Banco de España.

De momento, a las oficinas de información de vivienda no llegan ejecuciones de hipotecas sino peticiones de ayuda para alquilar o vender la casa con urgencia. Son quienes pidieron hipotecas después de 2002. Algunos empezaron pagando 600 euros y ahora se enfrentan a una cuota de 1.000. Y a los bancos lo que llegan son propuestas de renegociación. Que sean pocas las que acaban en ejecución por impago no resta dramatismo a las situaciones descritas, resultado de una concatenación de hechos, actitudes y falsas creencias. Incluso a quien se hipotecó por el 70% del valor real, el impago de la hipoteca puede suponerle mucho más que quedarse sin casa.

El consejo para quien entrevea dificultades es que vaya urgentemente a renegociar a la entidad financiera, tan interesada como el deudor en solucionar el problema. "El banco intenta recuperar la deuda antes que iniciar un procedimiento judicial que puede acabar en subasta y prolongarse entre nueve meses y un año medio. Por eso tenderá a alargar el plazo o renegociar las condiciones", según una entidad. La abogada Victoria Plazuelo, de Núñez & Plazuelo, aconseja asesoramiento profesional, considerando que el banco sería parte interesada. "Las entidades no suelen explicar que al firmar una hipoteca se pacta que si hay impago, en lugar de pagar el Euríbor más un 5% TAE anual de media, se empieza a pagar automáticamente de un 24% a un 27% TAE anual y no sobre lo impagado sino sobre el montante total de la hipoteca".

Si se trata de la primera vez y es vivienda habitual se permite consignar las cantidades adeudadas más intereses de demora y se archiva el procedimiento (con costas). De lo contrario tendrá que sumar las costas del procedimiento judicial de ejecución de la hipoteca a los intereses y/o comisiones de demora y las cuotas adeudadas. En el caso de Madrid se estima que los costes de abogado y procurador para una hipoteca de 200.000 euros ascendería a 17.000 euros. Plazuelo, del Colegio de Abogados de Madrid, ciñéndose a las costas de abogado, indica que un procedimiento de 240.000 euros supone unos 22.000 euros más IVA en primera instancia, a lo que hay que sumar 11.000 si se recurre en apelación.

No incluye honorarios de procuradores o gastos registrales. A tener en cuenta que puede haber derecho a justicia gratuita, siempre y cuando se gane menos del doble del salario mínimo y dependiendo del patrimonio y de la liquidez que se tenga.

¿DE VERDAD ES NECESARIO?

Cuando algo entra por los ojos y se desea comprarlo, lo mejor que se puede hacer es imaginárselo en casa. Es una buen manera de comprobar si merece la pena llevárselo.
Otra opción es esperar unos 15 minutos antes de pagarlo; es posible que tras este tiempo de espera, se cambie de opinión y se decida que no es necesario comprarlo.
La mayoría de las veces se comprar objetos y productos que no son necesarios, por lo que conviene pensar detenidamente en la necesidad de adquirirlos.

EVITAR IR CIERTOS DÍAS A LA COMPRA

Está demostrado que hay determinados momentos en que es preferible no pasarse por ningún centro comercial, ya que se corre el riesgo de abusar de la tarjeta y gastarnos más de lo que podemos permitir.
Así, hay que intentar evitar las grandes superficies, cuando se tenga el estómago vacío, nada más cobrar o cuando se está deprimidos.
En estos momentos se tiene menos determinación y se es proclive a que sea más importante el impulso que la racionalidad.

DEJAR A LOS NIÑOS EN CASA

Cuando se va de compras, el peor asesor con el que se cuenta son los hijos, sobre todo si son pequeños.
Lo tocan y cogen todo, por lo que hay más posibilidades de que los padres puedan comprar. Pero ¿cómo no van a tocar si las sillas de los carros están a un nivel que les permite alcanzar muchas cosas? Y para los que no tienen edad de ir sentados, no hay nada como decorar los suelos de ciertos pasillos con dibujos que llaman la atención.
La mejor opción es evitar el ir de compras con los niños.

OJO CON LAS OFERTAS

No hay que confiar; en las grandes superficies, utilizan productos como tirón para atraer a los clientes.
Sin embargo, no suele haber más de 30 productos en oferta a un tiempo.
Los vendedores saben que, una vez dentro, existen técnicas que crean, por todos los sitios, la sensación de oportunidad, como los contenedores desordenados o los precios psicológicos, ya que a simple vista, no es lo mismo 4,95 € que 5 €. Dentro del centro comercial, todo está pensado para que se consuma más.

SUMAR LOS PRECIOS

Aunque tecnológicamente es posible incorporar en cada carro un código de barras para saber en todo momento lo que el cliente se va gastando.
Las grandes superficies prefieren no hacerlo, porque saben que de esta forma se reducirían mucho las compras.
Lo que se puede hacer, para evitar sorpresas desagradables al pagar, es fijarse un presupuesto e ir sumando los precios de todos los productos que se van comprando para saber siempre si podemos o no prescindir de la compra.

IR A LA COMPRA CON UNA LISTA

El 55% de las compras que se hacen cuando se va a un centro comercial se realizan impulsivamente; es decir, decidimos lo que nos llevamos en la misma tienda. Esto significa que a la hora de aumentar el consumo y, por lo tanto, el gasto, este dato es primordial y lo tenemos que tener en cuenta. Evitarlo es tan sencillo como ir con la lista de lo que se necesita e intentar variarla lo menos posible; es algo que nos ahorraría mucho tiempo y quebraderos de cabeza y que tan sólo hace el 26% de los españoles.

CUANTO MÁSSE GANA MÁS NECESIDADES SE CREAN

Adaptar nuestro presupuesto al dia a dia se convierte a veces en una tarea dificil que no sólo depende del dinero que entra en casa, sino también en la manera en que lo distribuimos según las necesidades que tenemos.

Cuanto más se gana más necesidades se crean.

Hay que ver como ha subido todo

Hay que ver como ha subido todo la leche (yo estoy barajando la opcion de comprar una vaca), bueno a este paso montar una mini granja pues tal y como se esta poniendo el mercado tela .....
Nuestra solución para llegar a fin de mes trabajillos extras por parte de mi maridin, el pobre curra todos los fines de semana haciendo bolos de camarero y ni por esas salen las cuentas tal y como entra el fin de semana se va el lunes a primerita hora de la mañana y lo peor de todo es que ni un triste capricho.

Nosotros tenemos cuatro niños, una sola nómina e imaginar los gastos (para que hablar), gracias que me pasan ropa para los niños y yo sinceramente no se cuando fue la ultima vez que me di el lujo de trapitos nuevos y si ha habido ocasión luego remordimiento de conciencia por lo que me he gastado. En comida ya se va una pasta todas las semanas y que hablar hay de los productos de limpieza, despues los gastos extras. Una cena en plan parejita (¿que es eso? lo mas lo mas una copita y en casa como comprendereis no es tarea facil colocar cuatro niños con los abuelos o demas parientes asi que las copitas caseras y cuando estan los nenes durmiendo. Vacaciones????? en fin un monton de cosas que echamos muchísmo de menos pero que tenemos que prescindir de ellas. Asi que a ver si nos suben las nominas o nos dan mas ayuditas señores del gobierno que a este paso parece que vamos a entrar en otra postguerra.

Donde más dinero se va es en comida

La verdad es que a veces no gastamos mucho en tonterías y aun así, vas gastando y gastando. Para mí uno de los gastos fijos y enormes es el coche. Lo siento, pero vivo en un pueblo pequeño y mal comunicado, así que es una adicción imposible de dejar. Y que conste que desde que tengo la niña lo uso mucho menos, porque a las tardes prefiero estar por aquí y llevarla al parque. Pero aun así, reconozco que no es de lo que más ayudo yo al medio ambiente; ya que al hacer mucha carretera te acabas comprando un coche grande para que sea seguro (o sea, que gasta y contamina más), pero en fin, estoy deseosa de que salgan los famosos "híbridos" para poder comprarme uno.

Luego, donde más dinero se va es en comida y ropa. Ropa para la nena, porque para mí, desde que tuve el primer embarazo, mira que me he comprado poco, y además casi todo en el Carrefour. Pero para la nena coges 4 tonterías y se te van 50 €, y eso que intento aprovechar ofertas , rebajas, y tiendas no muy caras. Lo que sí ayuda algo en esto de los niños es cuando puedes heredar algo de primos, o de un hermano a otro. Siempre compras algo, pero una ayudita es una ayudita.

Los electrodomésticos: Pues intento llenar el lavavajillas y la lavadora. Ahora eso sí, desde que tengo secadora reconozco que la uso mucho, sobretodo en invierno (en Mallorca hay bastante humedad y las sábanas tardaban una semana en secarse). Lo que tb hay que hacer es comprarlos con una buena categoría energética (no sé la palabra exacta), lo de la A, B, C, en fin... Yo casi todos los tengo B, porque la verdad es que me costaba encontrar A, que es lo que yo quería.

En fin, y no sé qué más, con lo que más concienciada estoy es con lo del agua, duchas, cerrar el grifo mientras me enjabono o me lavo los dientes. A la niña la bañamos en una palangana grande de estas para la ropa, en vez de en la bañera: Como la superficie es menor, aunque llenes la misma altura gastas menos agua.

AHORRAR EN LA COMPRA

Creo que de donde más se puede ahorrar es en la compra diaria. Muchas veces me pasa que yendo a grandes superficies, además que pierdo más tiempo, con la confusión de las grandes ofertas te gastas más dinero. Para que quiero almacenar litros y litros de gel, si además me canso de los perfumes y me gusta variar.
Y así otros muchos ejemplos. Así pues voy a la compra con una lista y procuro no saltarmela. Y sobre todo me va mejor los pequeños supermercados tipo Mercadona que las grandes superficies como Carrefour, Hipercor, etc.

TRUCOS PARA AHORRAR

Eso de llegar a fin de mes, digo lo que tu si alguien tiene la formula que lo diga por favor, pero si se aplican algunos trucos para ahorrar energia y dinero al fin y al cabo.

yo en el mes de mayo puse placas solares,reconozco que es un poco caro asi de pronto,pero luego la junta de andalucia subvenciona un tanto por ciento que no es mucho pero ayuda, y yo la verdad esque estoy agradecida ya que es energia limpia y al menos contribuyo al medio ambiente. mi marido para lo del ahorro de energia es unico, en casa todo aquello que no se usa no esta enchufado,ni la tele ni el equipo de musica ni el aire acondicionado, claro luego para ponerlo en marcha hace falta un curso intensivo.todas las bombillas de casa son de bajo consumo y las pilas recargables, y luego cuando voy a meter algo en el frigo espero a que no este muy caliente porque si no el frigorifico aumenta su consumo para enfriar el alimento, y para descongelar intento sacar lo que sea con tiempo suficiente y que se descongele a temperatura ambiente asi no utilizo el microondas y con el agua lo mismo la que tarda en salir caliente para las macetas y la del suavizante para fregar el patio y este es el mejor, que mi hermana me congele la comida y luego yo nada mas que sacar tapes ahi si que ahorro chicas. un baso

las peripecias de una mamá repetidora

¡Eso quisiera saber yo! y sin embargo, se supone que hay unos cuantos truquillos para conseguirlo... a ver si entre todas conseguimos hacer una lista realmente útil de consejos, ¿qué os parece? De momento a mí se me ocurre agruparlos en tres grandes epígrafes:

1. organización
2. ahorro energético
3. rebajas y ofertas varias

Fundamental una buena organización de nuestras finanzas. Sea a través de una pequeña contabilidad doméstica, de una tabla en excel o de los clásicos cuaderno y bolígrafo, el objetivo es tener muy controlados nuestros gastos.

en la que iríamos apuntando mes a mes nuestros ingresos, gastos fijos, estimación de los variables y, por supuesto, los gastos que vayamos realizando y, sobre todo, fundamental, los de las tarjetas de crédito. No sea cosa que por despistarnos en eso se nos desbarate el presupuesto del mes siguiente. No sé qué pensaréis vosotras pero a mí me parece una forma sencilla y muy visual de saber cuánto nos hemos gastado, cuánto nos queda, si podemos o no permitirnos ese capricho...

Pero claro, ésto no nos ayuda a ahorrar, que al final es lo importante. Y sí, sé que todos estamos cansados de oirlo una y mil veces, hasta hay un programa en la cuatro que se empeña en recordárnoslo también, pero, reconozcámoslo, ¿cuántos de estos sencillos consejos seguimos realmente? yo unos pocos sólamente, es cierto. Y, sin embargo, también es verdad que, aunque ninguno sea milagroso, poco a poco se van ahorrando unos eurillos y, si los cumples todos, digo yo que al final del año se tiene que notar una diferencia, por no hablar del impacto medioambiental de nuestros excesos energéticos.

Algunos de los más conocidos: no dejarse el grifo abierto mientras te cepillas los dientes, apagar totalmente tele, DVD, etc. en vez de dejarlos en stand by (cosa que nunca me acuerdo de hacer, por cierto). Otro en el mismo estilo: no dejar enchufados los cargadores de baterías cuando no se están utilizando.

Algo que leí hace un tiempo y sí que procuro hacer. Aprovechar el agua que dejas correr mientras se calienta. Hay varias opciones pero yo lo que hago es poner la regadera y así, para cuando está llena, ya tengo agua caliente y la fría la aprovecho para las plantas, que de paso me están muy agradecidas de que por fin me acuerde de regarlas con regularidad.

Hay muchos más, ya sabéis: llenar bien el lavavajillas y la lavadora antes de ponerlos en marcha, ducharse y dejar el baño para las ocasiones especiales (cuando hay niños pequeños la cosa se complica, se gasta una barbaridad de agua con sus baños pero recordar que tampoco hace falta llenar mucho la bañera para ellos y tampoco es imprescindible bañarlos absolutamente todos los días), por supuesto no dejar correr el agua mientras nos enjabonamos o nos lavamos la cabeza. Y bueno, por estas tierras de mucho viento y poca lluvia (Zaragoza) no se estila mucho lo de la secadora pero para quienes sí la uséis, tampoco está de más reservarla para los días malos y, cuando se pueda, dejar secar la ropa al aire.

Naturalmente, prescindir del coche siempre que sea posible. Yo para el trabajo no tengo más remedio que llevarlo pero para moverme por la ciudad casi nunca lo uso. Lo mejor, sin duda, caminar, no se gasta nada y además es un ejercicio excelente.
Podría seguir así durante varias páginas pero creo que ya sabéis por dónde voy, ¿no? que todos conocemos estos consejos pero luego nunca hacemos caso de ellos y a lo mejor cada uno de ellos por separado no se nota mucho en nuestra economía pero yo creo que la suma de todos sí debería permitirnos ahorrar un poquillo.Y por supuesto el medio ambiente (y nuestros hijos, que tienen que disfrutarlo el día de mañana) nos lo agradecerá.

Y, por último, aunque no menos importante, el tema de rebajas y ofertas especiales. Cuidado, pueden ser fantásticas para nuestra economía pero utilizadas con cabeza. Si por ser época de rebajas nos volvemos locas y cargamos con bolsas y bolsas de ropa que jamás nos vamos a poner, no estamos ahorrando nada, estamos despilfarrando. Sin embargo, sí que es muy conveniente utilizar las épocas de rebajas para comprar lo que realmente necesitamos. Ahora mismo tenemos la quincena del bebé en Hipercor y Corte Inglés, justo en pleno cambio de armario, así que sí puede ser interesante aprovecharla para comprar, con un 15% de descuento, la ropa de otoño/invierno que nuestros peques vayan a necesitar.

No olvidemos tampoco que a veces los precios van con trampa. Miremos con objetividad. A veces ese supuesto descuento maravilloso lo que encubre es un precio original hábilmente elevado para la ocasión. Ojo también en el supermercado.

No nos vayamos directas al cartelón de superoferta. Hay que mirar también los otros precios y comparar. Muchas veces la gran oferta no es ni mucho menos el producto más económico. ¡No nos dejemos cegar por el marketing!

lunes, 26 de noviembre de 2007

La muestra

Para llevar adelante este estudio, el INE registra en una de las familias seleccionadas todos los gastos que haya realizado a lo largo del trimestre, con independencia del medio de pago. El estudio incluye una estimación económica de otras fuentes de gasto, como el consumo de bienes producidos por la propia unidad familiar, las comidas gratuitas o bonificadas o el coste de la vivienda que familiar, que se imputa a la familia aún en el caso de que el inmueble esté pagado, que sea ocupada gratuitamente o con un alquiler simbólico.

El INE, además, contabiliza los gastos en el momento en que los productos servicios adquiridos pasan a disposición del consumidor, independientemente de la fórmula de pago.
Así, por ejemplo, la compra de un automóvil, un electrodoméstico o cualquier otro producto que habitualmente se abona a plazos se computa en la encuesta en el momento de la compra y no de cuando se formaliza el pago por parte del consumidor.

Lejos del mínimo vital.

Según los datos del INE, el gasto medio por persona se situó en 1997 en casi 900.000 pesetas al año, muy por encima del mínimo vital (550.000 pesetas) que servirá como referencia en el nuevo IRPF.

El gasto medio por persona estimado por el INE se sitúa ligeramente por encima de las 74.800 pesetas al mes: 17.000 pesetas para alimentación en el hogar y tabaco y las otras 57.600 para otros gastos. También en este capítulo, la encuesta recoge grandes diferencias en función del lugar de residencia. En el último trimestre, por ejemplo, el gasto medio por persona superó las 96.400 pesetas mensuales en Madrid mientras que en Extremadura era de 58.600 pesetas, un 40% menos.

Gastos extraordinarios. Sólo el 12% considera que éste es un momento adecuado para realizar un gasto importante (excluida la compra de vivienda), frente al 53% que opina lo contrario.
Como en el resto de los indicadores, la media nacional pierde su valor de referencia si se analiza la actitud de los hogares en las distintas comunidades autónomas.

En Murcia, por ejemplo, sólo el 3% de las familias cree que la coyuntura actual es favorable. Una percepción muy diferente a la detectada en el País Vasco, Navarra, Aragón o Castilla y León, donde casi un 20% de las familias cree que este es un buen momento para afrontar este tipo de gastos.

Gastos e ingresos.

Por otra parte, a pesar del fuerte repunte del consumo registrado durante el año pasado, más del 12% de las familias españolas declara que sus ingresos actuales sólo le permiten llegar a fin de mes "con mucha dificultad" y otro 16% "con dificultad".

Siguiendo la escala propuesta por los encuestadores del instituto, el 29% asegura que atraviesa "cierta dificultad" para llegar a fin de mes. Otro 29% afirma que llega con "cierta facilidad", un 11% lo hace "con facilidad", y poco más del 1% "con mucha facilidad".

La media elaborada por el INE para todo el país refleja también en este caso fuerte disparidades regionales. En Canarias, por ejemplo, más del 34% de los hogares asegura que llega a fin de mes con mucha dificultad. En Aragón, sin embargo, este porcentaje es inferior al 3%.

La interpretación de estos datos es aún más compleja a la luz de otras respuestas como la disposición al ahorro o a realizar un gasto importante a corto plazo

Menos ahorro.

La profunda crisis por la que atravesó la economía española a partir de 1992 provocó, en principio, un ajuste de gastos y, más tarde, una acumulación de ahorro, mantenido hasta el año pasado. Así, un sondeo encargado en 1996 por la Fundación Fies, vinculada a las Cajas de Ahorro, revelaba que, a pesar de la recuperación de la actividad económica iniciada ya en 1994, buena parte de las familias españolas mantenía entonces una actitud de prudencia a la hora de gastar.

Según los resultados de esa encuesta, la fuerte moderación del consumo entre las familias españolas obedece, por orden de importancia, al temor de quedarse en paro, a la inseguridad en el trabajo, a la necesidad de ajustarse el cinturón para pagar la vivienda, a los gastos de estudios de los hijos y, en cuarto lugar, a la necesidad de amortizar deudas contraídas con anterioridad.

La tendencia al aumento del consumo obedece, según los analistas, a razones subjetivas (como la mayor confianza en la evolución de la economía) y a datos objetivos, como el aumento de la renta disponible provocado por la sustancial rebaja de los tipos de interés.

Según los datos de la Encuesta de Presupuestos Familiares, en todo caso, sólo el 24% de las familias españolas declara que puede dedicar dinero al ahorro, mientras que el restante 76% asegura que sus ingresos no le permiten ahorrar, o le permiten hacerlo sólo en una proporción testimonial.

La encuesta, sin embargo, pone de relieve grandes diferencias en la disposición al ahorro en las distintas comunidades autónomas. En Castilla y León, por ejemplo, el 41% de las familias considera que puede dedicar parte de sus ingresos al ahorro. Mientras, en Ceuta o Melilla, esta proporción alcanza sólo al 12%.

Aumenta el consumo.

Las grandes cifras de la encuesta reflejan que el consumo de las familias españolas suma, en conjunto, más de 35,5 billones de pesetas al año. Que existen algo más de 12 millones de hogares. Y que la media de integrantes del hogar se sitúa ligeramente por encima de las tres personas.

La evolución del gasto de las familias a lo largo de 1997 confirma los datos sobre la reactivación del consumo en España detectados ya por otros indicadores aunque con una salvedad: los datos que se refieren al último trimestre rompen la tendencia del conjunto del año y reflejan una caída

Para el conjunto del ejercicio, en todo caso, la encuesta revela que el consumo familiar se incrementó un 3,9% y que esta reactivación afecta menos al gasto en la alimentación (con una subida del 2,5%) que al resto de las partidas de consumo, que registraron una subida del 4,3%, duplicando con creces la tasa de inflación.

En opinión de los responsables del Ministerio de Economía, el repunte del consumo no representa aún una amenaza de recalentamiento ni pone en peligro los objetivos de inflación.

Según distintos analistas, sin embargo, el incremento del presupuesto dedicado al consumo terminará por mermar la tasa de ahorro, acumulado por las familias durante buena parte de esta década.

¿Cuánto Cuesta Llegar a Fin de Mes?

Las familias españolas destinaron una media de 245.000 pesetas al mes durante el año pasado para hacer frente al conjunto de sus gastos, según los datos que revela la última Encuesta de Presupuestos Familiares elaborada por el Instituto Nacional de Estadística (INE).

La encuesta, de periodicidad trimestral, recoge información en más de 8.000 familias con enormes diferencias de ingresos y de renta disponible; en pueblos y ciudades que ofrecen una gran variedad en el coste de la vida; y en hogares con una estructura familiar diversa, entre otros factores que finalmente se resumen en un promedio para todo el país... La gran mayoría de los hogares, sin embargo, cuenta de hecho con un presupuesto real de gastos muy inferior a la reflejada por la encuesta

Según la estimación del INE, de las 245.000 pesetas de gasto por familia y mes, 53.600 corresponden al presupuesto de comidas y bebidas (sólo para el consumo dentro del hogar) y de tabaco. Las restantes 191.000 pesetas mensuales se destinan al consumo de otros bienes y servicios, incluida la vivienda.

En conjunto, el gasto que supone para las familias la cesta de la compra representa el 23% del total, aunque se trata de una proporción que varía según las regiones. En La Rioja, por ejemplo, el presupuesto en alimentación (excluido el que se realiza en bares o restaurantes) supone un 26% del total. Mientras, en Baleares, esta partida se sitúa en el 20% de los gastos totales.

domingo, 25 de noviembre de 2007

CONSEJOS PARA LLEGAR A FIN DE MES

Salvo determinadas profesiones en las que los ingresos pueden ser variables, sobre todo en las relacionadas con la venta, la mayoría de los asalariados viven de un sueldo fijo. Eso sitúa la buena salud económica de la familia en el terreno del gasto, excepto cuando los miembros que trabajen pacten con sus empresas mejores condiciones salariales o mejoren su retribución con un cambio de empresa. Los gastos domésticos son de diversa naturaleza. Los gastos fijos no varían o lo hacen una vez al año, caso de los créditos hipotecarios a tipo variable.

Luego se encuentran los gastos variables, en los que se engloban los recibos de la luz, el agua, el teléfono, el gas... Con todo, la peor partida de un presupuesto es la que corresponde a los imprevistos. Estos son los que dan al traste con el presupuesto del mes y los responsables de ese "que no llego a final de mes" tan conocido. Equilibrio de gastos La elaboración del presupuesto debe permitir la conversión en cuasi fijos de los gastos variables para que exista un margen para luchar contra los imprevistos.


Y también permitir que las pagas extras se destinen al ocio o al ahorro, finalidades bastante más edificantes que tener que cubrir el "pufo" de la tarjeta de crédito o el sobreendeudamiento en el hipermercado. La vivienda es un gasto fijo. Al menos por periodos de doce meses, el plazo en que se revisan las cuotas de los créditos hipotecarios a tipo variable o determinados tipos de alquileres.
Los seguros sanitarios también son un gasto fijo (lo único que varía son las visitas, que suelen requerir la entrega de talones, pero los recibos para estas son relativamente económicos). El transporte es una cantidad fija, bien sea porque se realiza mediante abono de transportes o porque si se coge el coche para ir al trabajo el recorrido es el mismo siempre. Igual concepción de gasto fijo es el de la escuela y los cursos a los que asisten los cabezas de familia o los hijos. Los gastos de alimentación, aunque deberían ser variables, la mayoría de las familias los convierten en fijos, asignando una cantidad al mes.


Por desgracia, con excesiva frecuencia se suelen utilizar para corregir desviaciones en otros gastos. Los gastos variables Tienen esta consideración los de luz, teléfono, gas y agua. Estos gastos constituyen una primera fuente de desequilibrio de un presupuesto. Al ser bimestrales (se pasan una vez cada dos meses) producen una sensación ficticia de ajuste y desajuste del presupuesto. Un mes va todo bien y al siguiente se produce el caos. Para estos gastos no existe otra fórmula de equilibrio que computar el gasto global en los doce meses anteriores y dividirlo por doce para obtener el coste mensual que debe recogerse en el presupuesto y cumplirse todos los meses.
Incluso de esta forma podrían producirse desajustes. Se puede presupuestar 10.000 pesetas de gastos de luz mensuales, pero encontrarse con que el siguiente recibo de la luz es de pleno invierno y se eleva a 40.000 pesetas. Pero en algún momento hay que empezar a ajustar este gasto. Quizá sería conveniente comenzar en los meses de verano yhacer "hucha" para el invierno. La luz, que incluye calefacción de tarifa nocturna, ya ha llevado a las eléctricas a ofrecer a sus clientes servicios de estabilización de las facturas mediante la misma fórmula.


El cliente decide un recibo fijo que pagará cada mes y cuando finalizan los doce meses se realiza un ajuste, según el consumo, que puede resultar favorable al cliente (devolviéndosele las cantidades pagadas en exceso) o a la compañía. Como la calefacción también puede ser por gas, el mismo truco se puede aplicar al recibo de esta energía. El público no debe olvidar que existen una serie de trucos para reducir el consumo de las energías que se consumen en el hogar. Los recibos del teléfono (bimestral) y del agua (trimestral) son más previsibles, por lo que cualquier aumento inesperado de ambos debe ser objeto de atención porque seguramente se deberá a conductas que pueden corregirse entre los miembros de la familia. Los imprevistos Sólo existen dos fórmulas para afrontar los imprevistos que, con demasiada frecuencia suelen descalabrar los presupuestos domésticos: la autofinanciación o el crédito. La financiación propia sólo puede conseguirse si el presupuesto está confeccionado para que exista un excedente de ingresos que se pueda ingresar en un fondo para imprevistos.

El crédito, normalmente instrumentado mediante la utilización de tarjetas de crédito, es más costoso y supone una hipoteca para presupuestos futuros, porque las deudas siempre hay que pagarlas. Existe, aún, una tercera fórmula: el descubierto en cuenta corriente. La mayoría de los bancos y cajas de ahorros admiten un determinado descubierto de urgencia, cuando los clientes tienen domiciliada la nómina en esa entidad. En cualquier caso, el descubierto en cuenta resulta aún más costoso que la disposición mediante tarjeta

NO ME SALEN LAS CUENTAS

"No tener pagas extra me tiene mártir, las he tenido toda mi vida y las echo de menos en Navidad y en verano.
No es que haga números a final de mes, ¡es que muchas veces no llego!"

TARGETAS DE CREDITO

El uso de las tarjetas de crédito se ha normalizado de tal modo que parece que al pagar con ellas no caigamos en la cuenta de que hay que devolver ese dinero. Todo comienza para tapar un agujero, pero este se va haciendo más grande.

Después terminamos visitando a las entidades financieras o “brokers”, que te solucionan el problema: juntan la letra del coche, la hipoteca, las tarjetas de crédito y un dinero extra para caprichos en una sola letra, por un módico precio que, al estar incluido también en la letra, casi ni te enteras de la salvaje comisión que aplican.


España se ha convertido en uno de los países más endeudados del mundo, gracias al dinero “fácil” que ofrecen los bancos, a un tipo de interés bajo y un plazo de pago que ha pasado de los 30 años hasta los 40 años para devolver la cantidad solicitada. Con ello, el índice de morosidad se ha disparado hasta los 1,6 millones de españoles que deben dinero a alguna entidad financiera.


Y es que pagar la hipoteca se ha convertido en ardua tarea con los tiempos que corren. Independizarse es misión imposible sin tener una pareja con la que compartir gastos, algo que deja sin sentido el término “independencia”. Aún conviviendo en pareja, y la obligación de que los dos miembros tengan un sueldo estable, no garantiza llegar a final de mes en dignas condiciones. Las parejas más jóvenes tienen que prescindir de alguno de los “nuevos lujos”, como el cine o cenar fuera de casa los fines de semana.


Mientras tanto, los gastos fijos como la luz, el gas y otros, sigue subiendo a un ritmo más elevado que las revisiones anuales de unos sueldos mínimos nada propios de un país europeo en condiciones, muy lejos de Reino Unido, Francia o Alemania.


No sé a donde vamos a ir a parar con unas expectativas tan negras, un futuro laboral tan incierto y una juventud dividida entre los que buscan un lugar de trabajo estable y no lo encuentran a pesar de tener carreras universitarias, y los que directamente no tienen ningún interés en trabajar, siguen viviendo del cuento y cobrando la paga de los padres que, mientras llegue para alcohol y porros, tienen más que suficiente.

PESADILLAS CON LAS FACTURAS


La odisea comienza a partir de cada día 20. Las facturas empiezan a acumularse en la mesa del hall de casa y mucha gente reza para que este mes no toque pagar el recibo de la luz.


Porque el problema no suele ser lo que ganas, sino lo que gastas. Es cierto eso que nos dicen nuestros mayores de que vivimos mejor que ellos a su edad.


Pero también son mayores las obligaciones económicas que contraemos. Supongo que una persona soltera sólo deberá mirar su cuenta a la hora de irse de vacaciones, pero los que estamos pagando un ‘alquiler’ al banco por un piso que sólo será nuestro dentro de 30 años tenemos más preocupaciones.


Antes de que yo naciera, tener un coche era un lujo que sólo unos pocos podían tener, pero tampoco resultaba imprescindible. Hoy en día, casi todo el mundo lo necesita cada día para ir a trabajar. Además, el exceso de titulados universitarios hace que los sueldos tiendan a la baja. Ya saben, estamos en los tiempos de los 1.000 euros al mes.

NO GANO SUFICIENTE?


Fíjense en la cara de la gente cada primero de mes. Si es que transpiran bienestar, van dejando por la calle arcoiris y pajaritos, como en los anuncios de los limpiadores de hogar.


Parecen mimosines dando saltos sobre coladas esponjosas. El mundo es más hermoso cuando el extracto bancario nos da la buena noticia de que la nómina está ingresada.


Y ese día nos permitimos un dispendio, un capricho, la vie en rose. Pero la euforia suele durar poco. A algunos el día 3 ya se les ha puesto cara de acelga, después del sórdido y puntualísimo ataque de las facturas y la hipoteca.


Yo sí que llego al 31 con trote ágil y respirando, la verdad, pero no tengo mérito. Soy una mileurista de manual. En la peligrosa línea entre la juventud y la madurez.


Pero a primeros de mes estoy exultante, como todos.

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